El 7 de Octubre de 2010 la Cámara de Senadores aprobó la Ley de Ayuda Alimentaria para los trabajadores. El objeto de esa Ley, es promover y regular la instrumentación de esquemas de ayuda alimentaria en beneficio de los trabajadores, con el propósito de mejorar su estado nutricional, así como de prevenir las enfermedades vinculadas con una alimentación deficiente y proteger la salud en el ámbito ocupacional.
Las comisiones de esa Cámara coinciden con la valoración, dictaminación y aprobación que la Colegisladora (Cámara de Diputados) realizó, señalando que estiman que es procedente el ajuste realizado por la colegisladora en relación con el artículo 2, fracción IV, para eliminar la referencia al Apartado B del artículo 123 de la Constitución del concepto de trabajadores que aplicará para efectos de la Ley de Ayuda Alimentaria para los Trabajadores.
La ley de ayuda alimentaria para los trabajadores implica, de inicio, una afiliación voluntaria de empresas que pacten con sus trabajadores, mediante acuerdo bilateral o, en su caso, dentro de un contrato colectivo la prestación. El costo será asumido por el empleador, hasta por el equivalente a un salario mínimo vigente en la zona, con una deducción fiscal de ISR (Impuesto sobre la renta) o IETU (Impuesto empresarial a tasa única), dentro de lo ya previsto por las normas que regulan estos impuestos. Respeta, igualmente, lo establecido en la Ley del Seguro Social para este tipo de previsiones. Los propios trabajadores aportarán una parte; del costo después de 5 salarios mínimos. El apoyo sólo podrá ser utilizado, en cualquiera de sus modalidades, para alimentos.
La alimentación proporcionada al trabajador beneficiará a su familia, por un lado, porque en el hogar habrá un integrante menos que alimentar. Por el otro, porque si se trata de despensas, estas contribuirán a mejorar la nutrición de las familias y no sólo de los trabajadores. Asimismo, porque la difusión de dietas correctas irá generando, poco a poco paulatinamente, una cultura de alimentación sana y equilibrada.
La ayuda alimentaria puede mejorar el poder adquisitivo familiar, pues los trabajadores dedican a la compra de alimentos entre el 22% y 38.3% de su gasto total, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares.
Las Comisiones dictaminadoras estiman que es procedente aprobar en sus términos la Minuta proyecto de decreto que expide la Ley de Ayuda Alimentaria para los Trabajadores. Ahora está pendiente su publicación.
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