Uno de los mayores retos a los que se puede enfrentar el propietario de una empresa familiar es, sin duda, a su traspaso. Normalmente, este tipo de empresas parten de cero y la ilusión y ganas que ponen sus fundadores no es la misma que tendrán sus herederos.
Es por eso por lo que la herencia de una empresa familiar constituye uno de los mayores retos para un empresario. Y, en este caso, el testamento es imprescindible para realizar un traspaso de la propiedad en coherencia con lo planeado.
El porvenir de los hijos depende más de los valores y de la obra que dejaron los padres que de los bienes materiales que reciben a su muerte.
Es importante hacer testamento antes de que sobrevenga cualquier enfermedad o accidente. Si no existe, la ley decidirá por nosotros sobre el destino de nuestros bienes. El testamento siempre es revocable por el otorgante y sólo se activa en el momento en que se produce la muerte del firmante.
Hacer testamento es un procedimiento sencillo y económico que permite decidir sobre el destino de los bienes, y saber que se cumplirá cuando la persona ya no esté. Es la manera más sencilla de ordenar los deseos, ya que se hace constar de forma legal la voluntad, facilitando la transmisión de los bienes y evitando problemas a familiares y allegados.
Durante mi trayectoria como asesor de empresas familiares me ha tocado conocer y hacer de todo, pero una de las situaciones más complejas en las que he tenido la oportunidad de participar es en la sucesión de una empresa familiar. La sucesión es el proceso a través del cual el fundador cede el mando del negocio a la siguiente generación (dentro de este proceso conviene considerar especialmente un documento clave: el testamento. Pero a esto voy en un momento más). Existen trámites sucesorios que se llevan de forma simple y sin problemas, pero existen otros en los que las pasiones desbordadas provocan conflictos desgarradores:
Herencias de tramitación interminable por argucias legales costosisimas para los herederos, o familias divididas que, por pelear la herencia, ya no podrán compartir una cena de Navidad… los ejemplos podrían seguir, pues la lista de problemas que nos podemos topar es extensa. He visto, escuchado, leído y presenciado cosas que me han hecho pensar: “Si este señor hubiera…”. Pues bien, si algo de provecho le podemos sacar al hubiera es que nos indica qué pudimos haber hecho mejor. E inspirado por esa preocupación, me di a la tarea de conformar catorce puntos, catorce recomendaciones que, después de presenciar numerosos procesos de sucesión, creo que podrían ayudarle, amigo lector, a evitar problemas al momento de redactar el testamento en el contexto de una empresa familiar. Examinémoslas con atención:
1.- No minimice ni reste importancia al proceso ni a la formalidad del testamento
No peque por excesos de confianza. Su notario le va a pedir ciertos detalles: que todos firmen en el mismo acto, que se lea en voz alta el testamento, que no esté presente ningún heredero, etc. ¡Cumpla con esos requisitos! De verdad que, cuando un presunto heredero quiere anular el testamento, se cuelga de cualquier detalle formal o técnico que, en su momento, usted ignoró. Tenga en cuenta que estos requisitos no son caprichos de la ley, sino mecanismos que garantizan la veracidad del testamento y la libertad del testador; es para la seguridad de su voluntad y tranquilidad de sus herederos. ¡Cúmplalos!
2.- No es válido testar bajo presión o a prisas
Hay un dicho popular que dice: “No es la bala lo que mata, sino la velocidad con que se proyecta”. La velocidad, tan útil en algunos aspectos, no lo es tanto cuando de vivir se trata. Si se vive con prisa no hay tiempo para disfrutar, para contemplar; cada vez somos más impulso que reflexión. Por eso mejor empiece hoy su testamento, con calma, en condiciones normales. Sin prisa ni presiones, como estas cosas deben hacerse. ¿Para qué esperar la premura de la partida a un viaje largo, o la angustia de una enfermedad para hacer su testamento?
3.- No deje pasar el tiempo, porque no regresa
Acabo de comentarle que no es conveniente esperar demasiado para hacer su testamento; tampoco es recomendable posponer indefinidamente los trámites de la sucesión. Uno nunca sabe qué pasará mañana: las circunstancias del negocio pueden complicarse (auditorías, huelgas, etc.), los cuadros familiares, enredarse (divorcios, fallecimientos, etc.), y todo esto afecta el asunto de la herencia. Tenga presente que no es una falta de respeto a la memoria del difunto tramitar con prontitud la herencia, ¡al contrario!, muy probablemente, planificar una decisión tan importante es justamente lo que él querría.
Algo que funciona es que el testador anime a sus herederos a tramitar el testamento oportunamente. No es muy agradable el tema, pero si usted es empresario familiar y encuentra el momento indicado, le sugiero que le pida a su pareja o a sus hijos que, cuando usted muera, no se tarden en arreglar los papeles de la herencia. Como dijo Francis Bacon, “Saber escoger el tiempo es ahorrar tiempo”.
4.- Los testamentos son modificables, téngalo en mente
He aprendido de mis clientes y amigos que hay un testamento para cada etapa de la vida. A veces es distinta la intención de un recién casado a la de una persona que ya tuvo los hijos que deseaba o pudo tener, o la de una pareja cuyos hijos están casados, con vocaciones, aptitudes y necesidades definidas. ¡En fin!, el sentido de la herencia suele ir variando con las circunstancias personales, familiares, sociales y empresariales del líder familiar.
En otros casos, por supuesto, el primer testamento que usted haga podría ser suficiente. A lo que quiero llegar es que usted no debe preocuparse por lo que serán sus necesidades o sus circunstancias el día de mañana, o si sus deseos e intenciones cambiarán allanado el camino. Usted puede modificar su testamento con toda validez, mientras tenga vida y razón.
5.- Elabore y actualice su inventario patrimonial
No sé si usted ha dimensionado la gran utilidad de dejar a la mano una relación de bienes y deudas. Tómese un momento para reflexionarlo. Yo he podido atestiguar de primera mano la situación de viudas agobiadas por no saber cuántos ni cuáles son los bienes de su marido; ha habido administradores deshonestos que en esta etapa de transición del patrimonio, por la herencia, ocultan datos en perjuicio de los herederos; y personas que, aprovechándose del desconcierto que produce un patrimonio desorganizado, cobran deudas inexistentes, y deudores que se hacen ojo de hormiga y no dan la cara para pagar a los herederos lo que debían.
Hay mucho riesgo de fugas del patrimonio familiar por la falta de controles en el inventario del testador. Es ideal elaborar y actualizar el inventario periódicamente. La forma de hacerlo depende mucho del estilo, ingenio y necesidad del autor. Los he visto escritos a mano en hoja de cuaderno, mecanografiados, en balance elaborado por un contador y hasta en disco de computadora. Todos son útiles. Tenga en cuenta también que, lo no es suyo, aclárelo, porque si por alguna razón está facturado o escriturado a su nombre, eso desconcierta a los herederos.
6.- Asegúrese por el importe de sus deudas
Recordemos que el patrimonio son todos aquellos bienes, derechos, cargas y obligaciones con los que la gente cuenta y, por lo tanto, es lo que transmitimos a nuestros herederos al momento de nuestra muerte. Por lo tanto, las deudas sí se heredan y, si usted no se protegió, en el mejor de los casos, su pareja, hijos y demás herederos y/o legatarios saldarán sus deudas con la masa hereditaria, cobrándose sus acreedores con sus bienes, entre los que se incluye su empresa, maquinaria e inventarios, y esto puede ser sumamente perjudicial para la empresa, llevándola incluso a la ruina.
Para que no suceda lo anterior, asegúrese de que, al contratar un crédito, adquiera también un seguro de vida por el tiempo e importe de su deuda, señalando a su acreedor como beneficiario. De este modo, sus herederos no perderán esos bienes que usted dio en garantía, y su deuda quedará saldada.
7.- Recuerde que lo justo no es siempre dar a todos lo mismo
Es muy fácil decir “dejo todo a mis hijos por partes iguales”. Suena justo, pero a veces (sólo a veces) resulta poco práctico, porque si sus bienes no son de cómoda división, usted está dejando como socios a personas que no escogieron serlo.
Aclaro: si la herencia para dos hijos es un lote agrícola de 50 hectáreas, los hijos podrán escoger entre ser copropietarios o dividirse el lote en dos partes de 25 hectáreas cada uno. Pero si la herencia es la casa habitación o una fábrica de herrajes de aluminio, es probable que en esta herencia, por no ser cómodamente divisible, tengan los herederos que venderse entre sí, vender a otra persona o permanecer, contra su voluntad, como copropietarios. Incluso en lo que toca a la tenencia accionaria de la empresa familiar, puede que alguno de sus hijos no cuente con las características necesarias para tomar decisiones de empresa, o que incluso ése no sea su interés y se les esté obligando a pasar por engorrosos trámites para unificar la propiedad.
Usted conoce a sus futuros herederos, sabe cómo son y cómo se llevan entre sí. Pregúntele a su asesor de confianza cómo se administra, se usa y se dispone de una copropiedad antes de decidir si va a dejar a sus herederos como copropietarios de todos o de algunos de sus bienes, o si mejor le reparte a cada quien lo suyo. Tome en cuenta que existe la figura del legado, donde puede asignar a cada quien un legado en partes proporcionales de acuerdo a sus características; es decir, si tiene diferentes empresas, por ejemplo, puede legar cada a una a diferentes hijos de acuerdo a sus características e intereses personales.
8.- Revise sus actas de registro civil
¿Alguna vez ha escuchado alguna anécdota como la siguiente?: “Estábamos tan emocionados cuando registramos el nacimiento del niño, tan nerviosos cuando nos casamos y tan compungidos cuando dimos los datos para el acta de defunción, que algo se nos fue mal. Nombres erróneamente escritos, apellidos incompletos, datos mal proporcionados o mal asentados… hasta que estos documentos son revisados por alguna autoridad es que afloran los errores y nos salen con que, oficialmente, queda en duda si soy hijo de mi madre, y ahora resulta que ni me casé con quien creía.
Todo tiene arreglo. Un error en esas actas no necesariamente anula el testamento ni nos hace perder la herencia, pero sí nos puede complicar el trámite. Mejor vamos previniendo desde ahora ese riesgo. Revise cuidadosamente sus actas; si todo está correcto, bien; si hay errores, tramite su corrección lo más pronto posible.
9.- Asesórese con un notario de confianza
En la vida hay ciertas personas que siempre es bueno tener cerca: un médico de confianza que conozca el cuadro clínico de la familia; un contador que ayude a administrar el patrimonio familiar en cumplimiento con obligaciones fiscales; y un notario funja como un asesor en materia de derecho familiar, patrimonial y empresarial.
¿Sabía usted que, por disposición legal, los notarios en ejercicio no deben practicar otra profesión, ni ser comerciantes, empleados particulares, ni funcionarios públicos? ¿Sabe por qué? Simple: porque se pretende que no tengan otro oficio que los distraiga de la obligación principal de brindar servicios de manera eficiente, serena, reflexiva, y con una actualización académica permanente, como se exige en una actividad altamente especializada como lo es ser notario. Además, por obligación legal y formación personal, los notarios deben ser estrictamente imparciales, escrupulosamente honestos y rigurosamente discretos. Por todo eso, téngale confianza a su notario, no lo defraudará.
10.- Conozca las implicaciones fiscales de testar
Este punto específico tiene una relación directa con el punto número 11 pues, si bien, quienes reciben bienes a título de herencia están exentos del pago del ISR (impuesto sobre la renta), la sucesión sí tiene algunas obligaciones fiscales, mismas que habrá de cubrir quien funja como albacea, obteniendo para ello los recursos de la propia masa hereditaria.
Dicho lo anterior, es importante destacar el aspecto de la exención de los impuestos en el caso de las herencias, y la obligación que tiene este ente, llamado “sucesión”, de seguir cubriendo obligaciones fiscales que surjan a partir de las utilidades que pueda llegar a tener la masa hereditaria en tanto no se hace la repartición. Siendo esto así, la recomendación para el sucesor de la empresa familiar es que, si le tocó adquirir el negocio y el control del mismo debido a la muerte del fundador, se mantenga al tanto de los aspectos fiscales de su empresa en tanto no se le haga la entrega de la propiedad de la misma. Por lo tanto, es importante que usted, como autor de la sucesión, se asegure de que todos los involucrados, al momento de heredar, estén bien preparados para todos los aspectos venideros.
11.- Elija adecuadamente al albacea de su sucesión
Sea muy cuidadoso en la elección de quien fungirá como albacea de su sucesión, pues es quien se encargará de velar por que su última voluntad se cumpla tal como usted hubiese querido. Es importante que, como autor de la sucesión y fundador de la empresa, elija cuidadosamente al que representará sus intereses una vez que muera y sea momento de repartir sus bienes. Lo anterior se reviste de importancia si se considera que una elección adecuada del albacea puede propiciar un proceso efectivo y eficaz de la sucesión lo que inevitablemente permitirá que el elegido para suceder la empresa tome funciones lo antes posible, impidiendo que la empresa tenga problemas de incertidumbre.
12.- La mejor herencia es la que deja la familia
Creo firmemente que lo mejor que puede heredar usted a sus seres queridos y a su comunidad es una buena familia. Déjeme explicarle por qué: el progreso, que en algunos aspectos disfrutamos y en otros padecemos, trae aparejada una tendencia a la materialización que nos pone en riesgo de menospreciar la importancia de la familia. ¡No comentamos ese gravísimo error! Históricamente se ha demostrado que la familia es la fuente de todas las virtudes sociales, el santuario donde se gesta el germen de las vidas útiles, de las grandes obras, de los hechos heroicos. La familia es la primera escuela, donde el hombre se educa para bien o para mal. Si usted formó una familia donde hay respeto y solidaridad entre los padres, entre éstos y los hijos y entre los hermanos, créame que les está heredando, a los suyos y a su país, un tesoro de inmenso valor. ¡Qué gran riqueza, aun entre quienes piensen que poco o nada tienen, ser parte de una buena familia! Y para formar una buena familia no se requiere ser personajes famosos de grandes noticias, ricas empresas o abultadas cuentas bancarias: no, simple y sencillamente basta con que sean gente de bien, honrada y servicial, útil y generosa.
El porvenir de los hijos depende más de la obra que de los bienes materiales de los padres. Si les inculca a sus hijos valores, como el estudio, el trabajo y el respeto a sus semejantes, los estará educando para servir con humildad, esfuerzo y autosuficiencia, y labrarse su propio destino… y con eso, un peso de herencia es suficiente.
Por eso cuide a su familia, su buen nombre y la formación de sus hijos; ponga en orden sus papeles y su conciencia, y a esperar, pacientemente, la partida. Aproveche las oportunidades que se le presentan y dese cuenta de la importancia de tener un testamento, no lo deje pasar, pues la vida nadie la tiene comprada y no tener este asunto en orden puede representar un conflicto para sus seres queridos cuando usted falte y puede resultar incluso en la desaparición de su empresa por falta de planeación. Ya lo dijo Campoamor: “Que siendo el morir lo más, el cómo y cuándo es lo de menos”.
13.- Involúcrese en el proceso
Ningún asesor experto puede darle el servicio que usted merece si no se involucra en las decisiones clave del proceso. Recuerdo que no hay recetas ni soluciones universales para la sucesión de una empresa familiar. Cualquier experto necesita de su participación para diseñar los mejores planes y hacer las mejores recomendaciones. Aunque algunos detalles puedan parecer engorrosos o desagradables y la tentación de dejarle el asunto a su notario u otro asesor sea muy grande, vale más pasar un mal rato en este momento que luego venirse a enterar, cuando sea muy tarde, de un detalle que resultó crucial y que usted no revisó a conciencia. La falta de involucramiento a veces tiene que ver con el siguiente punto:
14.- No tenga miedo
Es cierto, a nadie le gusta pensar en su muerte o su vulnerabilidad. Por eso es que es tan difícil comprar seguros de vida o un lugar en el cementerio. Pero hay una responsabilidad cabal que usted tiene como cabeza de familia, y ésa es garantizar que cualquier transición, ya sea su retiro o su muerte, sea un proceso eficiente, con los menores pesares posibles. Como mencionamos antes, es necesario que lo relacionado al testamento y la herencia se realice en plenas facultades mentales, sin prisas y con una buena planeación. Hacer este proceso en tiempo y forma también le dejará una sensación de empoderamiento, así que no pierda más tiempo.
Algunas ventajas que tiene el hacer el testamento
- Evitarás que tu familia se enfrente a grandes gastos de dinero y pérdidas de tiempo.
- Evitarás el problema que a futuro surjan personas que consideren tener derecho a recibir parte de tu herencia y no hayan sido contemplados en tu testamento.
- Evitarás fallecer intestado y que tus bienes no pasen de manera inmediata a las personas que tu hubieras querido te hereden, sino que el juez o el notario que conozca del asunto aplicando las reglas que marca la ley, determinarán a quienes se declararan herederos y como albacea de tus bienes.
- Podrás decir libremente la clase de contrato que más te convenga otorgar y se adapte a tus necesidades.
- Es una sencilla medida de prevención para que se cumpla exactamente tu última voluntad y que cuando faltes no se causen mayores problemas y gastos en tu familia, protegiendo con esta decisión el patrimonio que lograste formar a lo largo de tu vida.
Una vez que has redactado y firmado tu testamento ante el notario, serás tú mismo el que lo conserve, de preferencia en un lugar seguro y con tus papeles personales que consideres más importantes.
El testamento es una buena herramienta en que puede ayudar para lograr la continuidad de la empresa, dejando clara la voluntad de su fundador o propietario.
Tanto si lo que se desea es dejar una empresa en herencia a tus herederos como realizar un testamento de los bienes personales, la opción más recomendable es optar por la asesoría de abogados expertos en el tema sucesorio.
Aproveche las oportunidades que se le presentan y dese cuenta de la importancia de tener un testamento, no lo deje pasar, pues la vida nadie la tiene comprada, y no tener este asunto en orden puede representar un conflicto para sus seres queridos cuando usted falte y puede resultar incluso en la desaparición de su empresa por falta de planeación.
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Cuento con 33 años de experiencia en las áreas de Contabilidad, Auditoría e Impuestos en la firma Salles, Sainz – Grant Thornton, 12 años de experiencia en la institucionalización y gobierno corporativo de empresas familiares y en apoyar a las familias en la elaboración de protocolos familiares.