Llega un momento en que, tras mucho aguantar, la empresa familiar está al borde de la crisis. Ya no es momento de decir que se utilicen los fondos de emergencia, porque seguro que ya se habrán utilizado, ni se recurra a otros asesores, porque seguramente ya se habrá hecho. Es el momento de diseñar nuevas estrategias, o volver a abordar las que ya se utilizan antes de llegar a una situación irreversible que lleve a la quiebra del negocio.
Es común que los negocios se encuentren en dificultades, ya sea como consecuencia de una mala administración, por factores propios del mercado, por la configuración de condiciones macroeconómicas existentes o por una combinación de las situaciones anteriores.
Ante estas dificultades, quienes tienen el timón de la empresa familiar tratan desesperadamente de realizar acciones para mantener el barco a flote: Sin embargo, muchas veces en la implementación de planes de emergencia se descuidan áreas de vital importancia. Esta omisión contribuye más a la pérdida del rumbo, el hundimiento del negocio y, en ocasiones, a perder la estabilidad familiar e inclusive su desintegración o ruptura.
12 errores comunes en la empresas
Con alguna experiencia en estos casos se pueden detectar algunos errores comunes, que en ocasiones comete la dirección o los dueños de una empresa familiar en tiempos de crisis.
- Negar la realidad
No negar los problemas. Si existe una crisis o cambio en la economía y no se han sentido sus efectos eso no significa que no se vayan a sufrir. Debe estarse preparado y consciente de la susceptibilidad del negocio. Así se podrán enfrentar mejor las dificultades aun cuando no hayan afectado de manera directa. ¿La competencia ya fue afectada? ¿Los clientes y proveedores ya sufren de los problemas de los cambios económicos?
- No prestar atención a indicadores externos
Dada la dinámica actual de la economía se deben seguir muy de cerca todos los indicadores macroeconómicos que pudieran afectar el negocio, tener presente que en estos tiempos globalizados un país mediterráneo en crisis puede sacudir a un continente y afectar un negocio en el Pacífico mexicano. Asimismo, debe estarse alerta con las tendencias del mercado, la introducción de nuevos productos y los nuevos hábitos de consumo. ¿Los productos y servicios que ofreces continúan vigentes o agregan valor a los clientes?
- Falta de atención a indicadores internos
No solo debe estarse al tanto del exterior, en ocasiones los golpes más duros vienen del interior mismo del negocio. ¿El ritmo de las ventas es el esperado? ¿Han aumentado las cuentas por cobrar? ¿Existe un lento movimiento de inventarios? ¿La liquidez es baja? ¿El margen de utilidad está bajando? Si descuidas estos indicadores la empresa podría enfrentar problemas de liquidez y posiblemente de negocio en marcha.
- Delegar decisiones vitales
En momentos difíciles habrá decisiones que no se deben delegar, pues requerirán de un mayor grado de reflexión, pero sobre todo de la atención personal e inclusive de incorporar asesores especializados.
- Falta de comunicación
Si bien debe tenerse cuidado con el manejo de la información, es importante que se transmita a los elementos clave y mantenga canales de comunicación con empleados, clientes y proveedores, bancos, accionistas y asesores, para allegarte de información adicional y que puedan enfrentar de manera conjunta los problemas.
- No contemplar situaciones alternativas
Deben contemplarse los distintos escenarios a los que podrá enfrentarse el negocio durante y después de las dificultades económicas o cambios, aún cuando no se tenga una crisis. Así deberán plantearse diferentes formas de actuar y enfrentar cada situación.
- Falta de cautela
Actuar con precaución, evitar las decisiones desesperadas, pero tomar determinaciones oportunas. No caer en los extremos, es decir, evaluar los riesgos y tomar decisiones en función de de los mismos.
- No reconsiderar presupuestos y proyectos
Aunque ya se tenga un presupuesto y diferentes proyectos en marcha, deberá replantearse la situación: ¿Cumplirá con el presupuesto a pesar de los cambios que se presentan? ¿Pueden seguir en pie los proyectos en desarrollo? Quizás algunos planes deban esperar. Enfocarse en la situación, reestructurar el presupuesto, reducir los gastos al mínimo y buscar esquemas de financiamiento con los proveedores y bancos para que pueda enfrentar eventuales dificultades de pago por parte de los clientes.
- Hacer recortes de personal, inversiones y gastos
Generalmente en tiempos difíciles, se toma las decisiones de recortar el personal, inversiones y gastos, principalmente los de publicidad, ventas, marketing, asesoría y capacitación, sin ningún análisis previo y sin considerar que en muchas ocasiones son los generadores de los ingresos que a su vez generan las utilidades de las empresas familiares y no familiares.
- Exceso de endeudamiento
Muchas empresas recurren a los préstamos o endeudamiento en las crisis, pero esto no hace más que empeorar la situación. Las pérdidas y deudas pueden dar lugar a complicaciones si la situación se mantiene más tiempo del que se esperaba. Lo mejor es buscar de dónde recortar gastos lo máximo posible e incluso si es necesario utilizar los fondos de emergencia, pero endeudarse en exceso puede ser muy riesgoso para la empresa familiar.
- No atender a los cambios en el mercado.
En las crisis, necesariamente, se producen cambios en el mercado. No saber que existen ni actuar en consecuencia puede ser un grave error, sobre todo cuando la competencia sí lo está haciendo.
- Falta de planeación estratégica
No pensar y planear en qué pasará después de la crisis. No basta con vivir el momento e intentar salir de él, también hay que saber anticiparse a qué pasará tras la crisis y qué es lo que hay que hacer, para salir fortalecidos de ella y obtener ventajas competitivas.
Comentarios finales
No perder de vista estos puntos en el plan de acción para enfrentar las situaciones difíciles o cambios generados por la crisis, ayudará a que el negocio salga mejor librado de las dificultades y tenga la posibilidad, inclusive, de salir fortalecido.
Pero, sobre todo, antes que hacer todo lo que hemos dicho, has de reconocer que existe el problema y que si no actúas con tiempo puede que se convierta en un problema mayor, e incluso irresoluble.
Dedícale tiempo. No es momento de abandonar la empresa, es justo el preciso momento en que debes dedicar más tiempo a estar en la empresa, estudiar estrategias, analizar resultados, buscar nuevas formas de mejorar y hacer todo lo posible por que la empresa familiar sobreviva a ese mal momento..
Si la crisis es de la empresa familiar por alguna mala acción, lo importante es saber pedir ayuda y aceptar que nos equivocamos. Aunque se piense que no vale nada, en muchas ocasiones la clave sólo se encuentra en saber reconocer los errores y aprender de ellos para no volverlos a cometer.
Finalmente es importante señalar que a veces las empresas familiares simplemente y sencillamente tienen errores que también se cometen en tiempos normales sin tener en cuenta su magnitud; como el no atender bien a sus clientes (cuando todo suma), tardar en los pedidos o en tener inventarios, mal servicio, (haciendo que se pierdan posibles clientes), no saber fidelizar, etc.
Si la crisis es de la empresa por alguna mala acción, lo importante es saber pedir perdón. Aunque se piense que no vale nada, en muchas ocasiones la clave sólo se encuentra en saber reconocer los errores.
La adversidad tiene el don de despertar talentos que en la prosperidad hubiesen permanecido durmiendo. Horacio
Cuento con 33 años de experiencia en las áreas de Contabilidad, Auditoría e Impuestos en la firma Salles, Sainz – Grant Thornton, 12 años de experiencia en la institucionalización y gobierno corporativo de empresas familiares y en apoyar a las familias en la elaboración de protocolos familiares.
EXCELENTE ARTICULO CONTADOR, MUY ACERTADO, BIEN ESTRUCTURADO Y MUY ÚTIL PARA LA BUENA DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE UNA EMPRESA, NEGOCIO E INCLUSIVE PARA LA CONDUCCIÓN PERSONAL .