Una de las figuras más conocidas de la Propiedad Industrial y probablemente la más compleja, es el registro de patentes en México. La mayoría escuchamos hablar de una patente y automáticamente pensamos en productos como medicamentos, procesos químicos y de laboratorio o nuevas tecnologías, pero ¿realmente será lo único patentable? Si te da curiosidad o te interesa saber en qué casos procede una solicitud de patente.
Antes, es importante aclarar que no existe una patente internacional que otorgue una protección en varios países alrededor del mundo o los estados que sean parte de los Tratados Internacionales de la materia. Al contrario, el registro de patentes es territorial, es decir, para obtener su protección, debe presentarse una solicitud en cada país donde se pretenda proteger aunque hay Tratados Internacionales que facilitan este proceso.
Registro de patentes en México: Principios y criterios para la protección de invenciones
De entrada, el objeto de una patente es proteger las invenciones y si bien existen estándares internacionales en cuanto a qué se considera como invención, la realidad es que los criterios pueden variar dependiendo de cada país. En México, se define a las invenciones como toda creación humana que permita transformar la materia o la energía que existe en la naturaleza, para su aprovechamiento por el hombre y satisfacer sus necesidades concretas.
En otras palabras, una invención es un nuevo producto o proceso que resuelve un problema técnico y no es lo mismo que un descubrimiento, que consiste en algo que ya existía pero que hasta cierta fecha, no se había descubierto.
Sin embargo, para que la invención sea patentable, también deberá reunir los siguientes requisitos esenciales:
- Ser totalmente nueva y este es un punto muy objetivo, pues no podrá considerarse como nuevo, cuando la materia de la invención (es decir, los conocimientos técnicos) se ha hecho accesible al público, ya sea, mediante una descripción oral o escrita, por la comercialización del producto o por cualquier otro medio de difusión en el país o en el extranjero.
Por ello, quien esté interesado en registrar una patente, debe evitar hacer del conocimiento público, la materia de la invención (ya sea que se trate de un proceso, un producto, fórmula, método, etc.); dicha información deberá ser exclusiva y confidencial, hasta en tanto no se inicie el procedimiento de registro. De lo contrario, no se podrá otorgar la patente por no reunir este requisito esencial.
Además, es de suma importancia que, antes de solicitar una patente, el inventor realice una profunda investigación de las invenciones que ya existen a nivel internacional para asegurarse de que nadie haya solicitado anteriormente una patente para la misma invención. - Debe ser resultado de una actividad inventiva, entendiéndose ésta como el proceso creativo cuyos resultados no se deduzcan de manera obvia o evidente para un técnico en la materia, ya sea por sus conocimientos básicos o especializados, o bien, que ya hubieren sido divulgados por cualquier medio (artículos científicos, libros, programas, etc.).
A diferencia de la novedad mencionada anteriormente, este requisito corresponde a la parte un poco más subjetiva del estudio que realiza el IMPI para resolver respecto de la solicitud de registro, pues dicha autoridad debe analizar el nivel de complejidad que alcanza el objeto de la invención, para determinar si realmente existe una actividad inventiva. Para ello, el IMPI cuenta con expertos en las áreas de Biotecnológica, Farmacéutica, Química, Mecánica, Eléctrica, y ellos son quienes analizan si la invención reúne los requisitos correspondientes.
Por ejemplo, la pastilla anticonceptiva claramente tiene un grado de actividad inventiva y no es un producto que parecería obvio hasta para un experto en la materia. - Deben tener aplicación industrial: significa que la invención puede fabricarse o ser utilizada en cualquier rama de la industria, o tiene un uso práctico; no puede limitarse a una idea o una teoría. Por ejemplo, una máquina del tiempo puede ser una gran idea, pero a no ser que un inventor fabrique realmente una máquina que permita a las personas viajar en el tiempo, la mera idea de una máquina de tiempo no se puede patentar.
Limitaciones y derechos de patentes: Exclusiones y restricciones de interés público
Considerando que la definición prevista en la ley (de lo que puede considerarse invención), es bastante amplia, también se prevé expresamente; por un lado, lo que no es considerado como invención y por otro lado, aún tratándose de una invención, en qué supuestos no serán patentables, por cuestiones de orden público, salud pública y cuidado al medio ambiente.
Por ejemplo, no existe invención cuando se trate de los siguientes:
- Los programas de computación.
- Teorías científicas o sus principios.
- El material biológico y genético, tal como se encuentra en la naturaleza.
Y aún tratándose de una invención, no serán patentables en los siguientes casos:
- Los procedimientos de clonación de seres humanos.
- La utilización de embriones humanos con fines industriales o comerciales.
- Los procedimientos de modificación de la identidad genética de los animales, donde los someten a sufrimientos sin utilidad médica o veterinaria sustancial para el hombre o el animal.
Una de las características más importantes del registro de una patente es que tiene una vigencia de 20 años improrrogables, una vez transcurrido dicho plazo, la materia de la patente pasa a ser de dominio público, es decir, cualquier persona puede replicarla y esto, ¿por qué?.
Lo anterior, porque recordemos que las patentes tienen la finalidad de resolver un problema concreto o satisfacer una necesidad colectiva, entonces también es de interés público que la materia de una patente en algún punto sea accesible al público en general y que la venta del producto o utilización del proceso patentado, no esté monopolizada.
Sin embargo, el inventor de una patente también tiene derechos en materia de Propiedad Industrial, por ello, una vez concedida su protección y durante la vigencia del registro, el titular puede beneficiarse económicamente de su invención, ya que, sólo él puede permitir que la invención se fabrique, se distribuya y se venda, ya sea por sí mismo o a través de terceros (mediante el otorgamiento de licencias).
Comentario final
El registro de patentes es una herramienta esencial para proteger las invenciones, fomentando la innovación y otorgando a los inventores derechos exclusivos sobre sus creaciones. Sin embargo, para obtener una patente, la invención debe cumplir con requisitos como novedad, actividad inventiva y aplicabilidad industrial, y no debe caer en excepciones que buscan proteger el orden público, la salud y el medio ambiente. Así, las patentes permiten a los inventores beneficiarse económicamente de sus desarrollos mientras su protección es válida, para luego pasar al dominio público y contribuir al beneficio colectivo.
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