Piensa en una empresa familiar y describe según tu juicio qué cualidades debería presentar para considerarse como una empresa financieramente sana: ¿Te parece bien que tenga utilidades? ¿Qué tantas utilidades, un 10% neto? ¿Qué tenga capital de trabajo para operar e invertir? ¿Qué tanto nivel de endeudamiento? ¿Qué tenga una alta rotación de inventarios? ¿Que venda solo en efectivo? ¿Qué tanto crecimiento en ventas, un 15% anual?.
Además, pensándolo bien, si está en crecimiento puede que no tenga suficiente capital de trabajo o su nivel de endeudamiento sea alto. De este ejercicio pueden resultar distintas combinaciones como propuesta de la empresa familiar financieramente ideal, al final del día cada empresa es única y su receta debe ser muy particular para mantenerla sana y con larga vida.
Generalmente, las finanzas de la mayoría de las familias se manejan de una manera muy sencilla y práctica. Si una familia promedio logra optimizar de manera eficiente sus recursos los resultados a mediano y largo plazo serán los mejores. No es necesario ser un especialista en finanzas, basta con tener claridad en los ingresos y egresos, y ver si queda un residual para ahorrarlo o invertirlo o de lo contrario si el resultado es negativo buscar nuevas fuentes de ingresos o bien disminuir los gastos e inversiones en activos y evitar las fugas de dinero.
Esta administración del flujo de dinero la empiezan los padres sumando todos los ingresos familiares por diferentes conceptos como sueldos, honorarios, rentas, intereses, dividendos, etc. y apuntando todos los gastos del mes en alimentación, vestido, vivienda, servicios públicos, educación, etc., para ver si alcanza con lo que se tienen de ingresos.
De manera similar aplica a la empresa familiar, es decir, se estima cuánto se va a vender y cobrar en los próximos meses, así como el monto de las obligaciones que se tienen pendientes por asumir. Dependiendo del resultado positivo o negativo se evalúan las alternativas para cada uno de estos escenarios, ya sea buscar fuentes de financiamiento en caso de faltantes de efectivo, o bien, en caso de excesos de efectivo, decidir aplicarlo en capital de trabajo o en CAPEX o sencillamente tener reservas líquidas para nuevos proyectos de inversión, nuevos negocios o simplemente para mitigar los riesgos en tiempos difíciles como es actualmente el caso del COVID-19, que sin duda las empresas que tuvieron la visión de guardar reservas para contingencias, tendrán mayores posibilidades de salir adelante pronto y menos dañadas de esta crisis.
Los problemas empiezan cuando este orden se interrumpe con la práctica muy común en algunas familias de no respetar a la empresa como un ente independiente. Los recursos de la empresa empiezan a pagar gastos e inclusive hacer inversiones que no son propios de la empresa, por ejemplo, viajes familiares, gastos personales en gasolina y mantenimiento de automóviles, compras de autos o propiedades para la familia y que la empresa no utiliza, etc. Lo anterior, en ocasiones, le generan problemas de liquidez a la empresa impidiéndole cumplir con sus obligaciones actuales y futuras, deteniendo su crecimiento y generándole en situaciones extremas problemas para continuar como negocio en marcha. Además, lo anterior puede ocasionar a la larga conflictos o problemas familiares, al no respetar los flujos de dinero de la empresa y el uso de los recursos invertidos por la familia a nivel de la empresa.
“Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Expresa que cada uno debe recibir lo que le corresponde, así de simple y sencillo. Lo mismo debe ser en las relaciones entre empresa y familia.
Imagínate que la familia decida pagar con sus recursos la renta de un familiar político, comprar despensas para los amigos o pagarle los estudios a una persona ajena a la familia, si bien son ejemplos ilustrativos, de la misma manera puede verse afectado el flujo de efectivo de una familia con gastos que no son propios de ella, así como la empresa se afecta al cargarle gastos que no le corresponden, desvirtuando además sus resultados, haciendo difícil de evaluar que tan eficiente y rentable está siendo en su operación.
En nuestra experiencia como asesores de empresas familiares, hemos visto casos donde el manejo desordenado de la caja y bancos ha provocado distintos problemas, tales como malos manejos y robos, falta de liquidez, problemas de pagos de obligaciones, entre otros. El confundir los flujos de la empresa con los ingresos personales del fundador y su familia genera en más de una ocasión la pérdida total del negocio.
Por ello, parte de la salud financiera de una empresa familiar consiste en respetar las reglas básicas de orden y buenas prácticas, es decir “la caja y bancos de la empresa no debe ser usada como la caja y bancos de la familia” y “los flujos de dinero en la empresa familiar deben de seguir las reglas comunes de destino de todos los negocios” y actualmente que vivimos momentos complicados por la pandemia del COVID-19, es fundamental en este sentido cuidar los recursos de la empresa.
Primeramente, se deben establecer sueldos a valor de mercado para los miembros de la familia que efectivamente trabajen en la empresa. También, es común que la empresa no realice pagos de renta por los bienes inmuebles que utiliza de la familia o bien pague menos de su valor de mercado, por lo que es necesario que la renta se les pague a los dueños de los inmuebles aún cuando sean de la familia a su valor real.
Finalmente, la familia propietaria puede tener una política de dividendos si así lo desea, que permita crecer a la empresa mientras que los dueños reciben una parte justa de los rendimientos de su inversión repartidos de acuerdo a los porcentajes de acciones que cada miembro de la familia tenga en la empresa respetando de esta forma a ambas instituciones y con ello teniendo un mejor control y claridad en cuanto a la capacidad de cubrir los gastos familiares y en su caso poderlos hacer más eficientes, sin afectar la operatividad y crecimiento del negocio.
Finalmente, cuando transitemos por los efectos económicos causados por la pandemia del COVID-19, debemos redoblar esfuerzos para cuidar la liquidez, el crecimiento y la sostenibilidad de la empresa, por lo que tiene que haber certidumbre en las obligaciones que la empresa familiar tiene con la familia descritas anteriormente, con el objeto de no revolver entre las finanzas de la empresa familiar y las finanzas personales de la familia.
Comentario final
A manera de conclusión quisiera agregar que la nueva visión de la función financiera debe ser proactiva y dar respuesta dinámica a lo que está sucediendo en la empresa, basándose en el acceso a información de calidad, actualizada permanentemente, así como al desarrollo de nuevos modelos de gestión colaborativos con otros departamentos o áreas de la organización.
Finalmente, debe de respetar los recursos de la empresa y de sus dueños, al darle:
“Al César lo que es del Cesar”… se emplea con frecuencia como una manera de expresar la necesidad de equilibrio respecto a un tema en específico siendo en este caso la empresa y sus dueños.
Cuento con 33 años de experiencia en las áreas de Contabilidad, Auditoría e Impuestos en la firma Salles, Sainz – Grant Thornton, 12 años de experiencia en la institucionalización y gobierno corporativo de empresas familiares y en apoyar a las familias en la elaboración de protocolos familiares.