En momentos de crisis, inestabilidad económica y escándalos corporativos, cuando la sociedad lamenta la falta de valores en el entorno de los negocios, las empresas familiares se perfilan como un modelo a seguir. Tienen una visión a largo plazo que contrasta con el corto plazo de otras empresas, y cuentan con un sólido sistema de valores que guía su planeación estrategia y su actuar.