Los impuestos en todas sus formas representan generalmente uno de los mayores costos para las empresas, e inciden en su liquidez. Por ello, la planificación impositiva y su gestión recobran suma importancia en este momento, en el cual la mayoría de las empresas sufren la falta de liquidez a consecuencia de la crisis.
¿Qué hacer?
La planeación fiscal juega un papel esencial en momentos de complicaciones con la liquidez y el financiamiento. Es importante que tu negocio realice una planeación con suficiente antelación, sobre todo si requiere incrementar el capital, realizar alguna adquisición, optimizar el traslado de cuentas con subsidiarias en el extranjero, pagar dividendos
e, incluso, planear una sucesión o salida abrupta de personal, sin incurrir en pagos innecesarios de impuestos.
Revisa que el pago del impuesto sobre la renta (ISR), el impuesto empresarial a tasa única (IETU) o los ingresos, hayan sido los correctos en lo que se refiere a pagos provisionales, puesto que pudiera existir un cambio en la rentabilidad de tu negocio. En caso de tener un cálculo superior, puedes solicitar una devolución.
Es importante cerciorarse del aprovechamiento de las deducciones y bonificaciones a las cuales tengas derecho. No olvides tampoco compensar las posibles pérdidas de ejercicios anteriores cuando procedan. La depreciación es otro elemento que debe considerarse, realizando una revisión de activos fijos y en leasing, para asegurar que se está aplicando la depreciación correcta.
Controla los principales impuestos a los cuales está sometido tu negocio y planifica su gestión.
En caso de que tengas algún crédito incobrable o bien, algún deudor se encuentre en situación de concurso de acreedores, recuerda que cumpliendo una serie de requisitos puedes disminuir la base gravable para el ISR.
En la retribución a tus empleados utiliza complementos salariales que, a su vez, sean fórmulas de ahorro fiscal para sus ingresos, como vales de despensa y gasolina, fondo de ahorro, seguro médico, servicio de guardería o cursos de capacitación.
Estas fórmulas aumentan la retribución neta de la plantilla y logran que tu empresa sea más competitiva en la retribución del personal.
Verifica si tienes saldos a favor de contribuciones de ejercicios anteriores, de los cuales puedas pedir devolución o compensar contra los impuestos a cargo actuales; recuerda que tienes cinco años para aprovecharlos.
Consulta a tu asesor fiscal para que te ayude a preparar una planeación efectiva que reduzca tus costos fiscales. Él puede conocer disposiciones que te sean aplicables y que puedes ignorar.
¿Qué evitar?
Aun en tiempos de crisis y con falta de liquidez, no dejes de presentar las declaraciones a tiempo, pues el retraso representa un costo adicional, más los intereses de demora.
Utiliza –si lo crees necesario– los métodos para diferir pagos disponibles, como el aplazamiento o el fraccionamiento de los impuestos.
Optando por estas opciones, sólo se devengarán los correspondientes intereses de demora; en cambio, la falta de presentación puede iniciar el procedimiento sancionador, además de los intereses ya mencionados. Tras la solicitud del aplazamiento habrá que estar atentos a la fecha de vencimiento.
Fuente: IMCP
Nuestra labor es compartir experiencia en el ámbito contable, fiscal y de seguridad social, con el fin de promover la Cultura Contable en México.
Esperamos les sea de utilidad la información aquí publicada.